Oveja Negra

La obsesión de los gobiernos de derecha por destruir a los medios públicos


28 de noviembre de 2023

Oveja Negra

Despidos y ajuste en la gestión de Macri, intento de privatización en los noventa y despidos voluntarios en el gobierno de la Alianza, fantasmas que Milei también invoca.

Por Florencia Defelipe

“Mi hija dice que a su papá le robaron el trabajo” contaba un hombre, entre lágrimas en junio de 2018. Estaba acompañado por un grupo de laburantes, con la mirada cabizbaja, que sostenían carteles con la leyenda “No a los despidos en Télam.”

“El sueño con el que llegamos, que tal vez pueda parecer un poco exagerado, es convertir a Télam en una BBC News de la República Argentina”, señalaba el presidente de la agencia, Rodolfo Pousá, al comienzo del gobierno de Mauricio Macri.

Pero la gestión de Hernán Lombardi a cargo del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos tuvo poca inversión y representó una tragedia para miles de familias que trabajaban en los medios públicos. Las promesas de modernización duraron poco y terminaron en un brutal ajuste.

Cinco años después, las primeras declaraciones de Javier Milei como presidente electo, parecen devolvernos a ese invierno, en el que la agencia de noticias fue tomada para reclamar que se reincorpore a las 400 personas que habían sido despedidas.

“El conflicto del 2018 fue el más reciente, tuvimos un intento de privatización en los 90 y un intento de cierre con retiros voluntarios con el gobierno de la Alianza en los años 2000” explica Carla Gaudensi, secretaria general de la Federación de Trabajadores de Prensa (FATPREN) e integrante de Télam.

Los gobiernos de derecha en Argentina, señalan a los medios públicos como generadores seriales de déficit y a sus laburantes como personas que se encuentran cobrando un sueldo sin motivo alguno. Pero la información elaborada y difundida es utilizada por las empresas periodísticas de todo el país para poder generar contenido.

Gaudensi da conocimiento de esto, en primera persona, como trabajadora: “Hay algo que se desconoce, pero que la sociedad nos respeta mucho, porque damos voz en todos los puntos del país, ya sea Radio Nacional, Télam o la Televisión Pública. Algo que no hacen otros medios comerciales o privados. Es por eso que a lo largo y ancho se sabe de la soberanía comunicacional que tienen los medios públicos.”

No podemos decir que los funcionarios no son conscientes de ello, pero aún así, persisten en la necesidad de desvalijarlos. “Nosotros consideramos que la TV Pública se ha convertido en un mecanismo de propaganda”, aseguró Javier Milei: “El 75% que se habló de nuestro espacio se hizo de manera negativa, con mentiras y abonando la campaña del miedo. No adhiero a esas prácticas de tener un ministerio de propaganda”.

El libertario define la información como “propaganda” y lo paradójico es que ese término puede utilizarse más para la mala prensa que le generan desde su espacio, los que hacemos periodismo somos conscientes que las fotos de Télam, los compilados de la Tv Pública y la información que llega desde Radio Nacional es para todos, periodistas y ciudadanos.

De ahí podemos pensar que nace su componente “peligroso”, cuando asumen gobiernos que pretenden tomar medidas en contra de la mayoría de la población. No quieren a los medios públicos, porque pueden pagarse la “propaganda” con los empresarios amigos que tienen multimedios montados.

“Hasta el mismo presidente electo lo dijo, esto no tiene que ver con una cuestión presupuestaria, que podría ser lo que mueva alguna intencionalidad. Es una cuestión simbólica” asegura Carla Gaudensi.

“A nosotros no nos gusta dar por sentadas las afirmaciones de cuál podría ser el destino, algunos hablan de privatización, de cierre. Sinceramente creo que, si tomaron una decisión sea cual fuere de afectar la soberanía informativa, creo que se pone en riesgo la democracia. Porque los trabajadores y las trabajadoras somos los que garantizamos la pluralidad de voces y por lo tanto se afectaría la libertad de expresión.”

Esta semana se realizaron asambleas en Télam, Radio Nacional y la Televisión Pública donde sus trabajadores se declararon en estado de alerta y movilización permanente. En el 2018 hubo final feliz: gracias a la lucha de todos y todas, sus compañeros fueron reincorporados. En un conflicto cíclico, el abrazo colectivo parece ser – una vez más – la respuesta necesaria.

Foto: Telam

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