Oveja Negra

EL NEOLIBERALISMO SE QUITA LAS MÁSCARAS EN LA ARGENTINA DE MACRI


01 de mayo de 2019

Oveja Negra

Carta de Amado Boudou, preso político de la Argentina neoliberal.

Por Amado Boudou / Pablo Fontdevila

La razón neoliberal invierte el sentido y razón de ser del Estado y la democracia. Su sistema jurídico pretende poner todo el aparato estatal a favor de un programa que sacraliza la competencia por encima de la igualdad. Que aborrece de la cooperación y  la solidaridad, como organizadores sociales.

Y a contramano del discurso liberal, no construye, cuando llega al poder, un Estado mínimo y con pocas reglas. Muy por el contrario, persigue un Estado potente y muy presente para lograr una regulación tal, que asegure que la libertad de enriquecerse de los poderosos esté por encima de cualquier otra consideración.

Donde la aplicación masiva de una racionalidad mercantil se aplique a todas las decisiones públicas. Donde cualquier cuestión quede relegada a las consideraciones de dicha racionalidad que intenta presentarse como natural y científica a la vez, pero que es simplemente una ideología disfrazada de racionalidad.

Es al momento de su aplicación concreta donde aparecen las contradicciones que desnudan la falacia. Por ejemplo, el sustento teórico que justifica las ganancias económicas reside en el riesgo y sin embargo, el discurso público de los políticos y gobiernos pro mercado es que es indispensable darle certezas al capital, es decir, disminuir el riesgo al mínimo e incluso eliminarlo mediante las normas que regulan la inversión.

¿Cuál será entonces y en la cruda realidad del liberalismo el fundamento mismo de las ganancias? Pues simplemente el ser el dueño del capital, con lo que el discurso pro mercado deviene en una ideología de los que más tienen.

Es a través de la juridicidad neoliberal que se construye la verdadera maquinaria que necesitan los amantes de las desigualdades y es allí donde se cuela el discurso del orden. Un orden represivo. Porque la juridicidad neoliberal requiere de un gigantesco aparato represivo para impedir toda acción que signifique desafiar su hegemonía, aniquilando así toda posibilidad de que la democracia sea el genuino camino para que los más vulnerables puedan mejorar su condición.

Veamos, en términos concretos, como se materializan estos comportamientos perversos en la argentina neoliberal, durante los tiempos de Macri, con algunos ejemplos emblemáticos:

* Proyecto de reforma laboral: una legislación que para asegurar las ganancias empresariales (es decir, para acotar el riesgo de los dueños del capital) destruye los derechos de los trabajadores, precariza el empleo y baja los salarios.

* Proyecto de reforma jubilatoria: se busca empeorar la distribución del ingreso en la última etapa de la vida. Y contiene un verdadero disparate teórico. La jubilación es un seguro social (o sea una forma de bajar el riesgo de la contingencia de vejez) pero se pretende volver a entregar sus recursos a los mercados financieros cuyos ingresos e incentivos son justamente el riesgo. Es evidente que construir un sistema jubilatorio con base en un casino es una idea inconsistente como ya ha demostrado la experiencia. Cabe recordar que la Argentina es de los pocos países que fueron sometidos a dicho experimento que y logró salir de la trampa mejorando sustancialmente las prestaciones de su sistema.

*Descontrol en los movimientos de capitales: no sólo en las cuestiones vinculadas a endeudamiento, sino también en los temas vinculados a liquidación de exportaciones, retenciones y normativa de la Comisión Nacional de Valores y Banco Central. Las modificaciones realizadas por el gobierno de Macri han dejado a nuestro país indefenso frente a los avatares de las finanzas internacionales. Peor aún, ha generado irresponsablemente una situación explosiva en el sistema financiero que pretende esconder superficialmente, con acciones cada vez más costosas en términos de la economía real, comprometiendo el futuro del país. El descontrol en el que estamos sumergidos lo paga todos los días el pueblo a través de la inflación que el gobierno no ha podido manejar, a lo que ha sumado salarios y jubilaciones a la baja. Al mismo tiempo, el gobierno asegura a los prestamistas tasas de interés de usura nunca vistas y seguros de cambio encubiertos sucesivos para que puedan fugar sus ganancias.

*Aumentos siderales de tarifas y combustibles: la dolarización de estas variables y el desacople con la trayectoria de ingresos de la población, se ha convertido en un problema de primera magnitud para nuestra economía, tanto para la vida de las familias como para la capacidad productiva y el funcionamiento comercial. El impacto de estas medidas es tan dañino para la población como para las empresas a las que les cuesta pagar estos insumos en el contexto recesivo de la economía, ya que cada vez representan proporciones mayores de los ingresos.

Todo lo anterior sirva como demostración de que el sistema legal y las reformas “modernas y racionales” pueden funcionar como como un mecanismo de redistribución inversa de la riqueza, destinado a saquear los ingresos de trabajadores, los jubilados así como de amplios sectores de la clase media que consumen servicios públicos en manos de empresas multinacionales.

De eso trata la “filosofía” neoliberal.


*Amado Boudou, con la colaboración de Pablo Fontdevila.

Ezeiza 13 de abril de 2019

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